La construcción en altura en madera es probablemente tan antigua como la humanidad. Hace 1.400 años, los japoneses levantaron pagodas de varios pisos que hoy siguen en pie, desafiando el clima y los terremotos.
El Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH) reconoció a mediados de marzo al Mjøstårnet, un edificio de uso mixto en Brumunddal, Noruega, como el edificio de madera más alto del mundo. Con 85,4 metros de altura, es el tercer edificio más alto de Noruega y el más alto del país con usos mixtos (comercial y residencial).
El anuncio sobre el Mjøstårnet coincide con una actualización de los criterios de altura del CTBUH, que son los lineamientos oficiales para medir edificios en altura: ahora incluyen la madera como un material estructural reconocido. La decisión responde al incremento constante en el número de edificios altos en madera que están en construcción o han sido anunciados en el mundo.
La tendencia ha ido avanzando silenciosamente por la última década. ¿Por qué ahora? Porque hay realidades que ya no se pueden ignorar: uno, el cambio climático está aquí, y dos, la población mundial está aumentando.
04/09/2019
El cambio climático y el crecimiento demográfico están íntimamente relacionados.
La construcción de edificios puede ser más verde. Y la madera ofrece un conjunto de ventajas y beneficios que por años fueron ignorados.
Pese a todas las ventajas, la construcción en madera en altura enfrenta desafíos. Uno es ganarse el espacio en la mente de las personas: que para nadie sea increíble la construcción de un edificio de 30 pisos en madera.
La madera se presta para la fabricación de partes y piezas, las que luego se envían para su ensamblaje in situ. Eso acorta los plazos y acrecienta la seguridad y precisión.