ELIGE MADERA El artesano de Putaendo que ha dedicado gran parte de su vida a crear marionetas de madera En la región de Valparaíso, ahí en el sector El Llano de la comuna de Putaendo, vive un curioso artesano que se dedica a fabricar marionetas en madera; es Gerardo Astudillo, de 68 años, un carpintero que lleva más de 25 años trabajando de manera autodidacta, ocupando su creatividad e imaginación para crear todo tipo de figuras en madera que aportan un granito de arena a la entretención de niños y niñas del sector. En la región de Valparaíso, ahí en el sector El Llano de la comuna de Putaendo, vive un curioso artesano que se dedica a fabricar marionetas en madera; es Gerardo Astudillo, de 68 años, un carpintero que lleva más de 25 años trabajando de manera autodidacta, ocupando su creatividad e imaginación para crear todo tipo de figuras en madera que aportan un granito de arena a la entretención de niños y niñas del sector. Así es como ha dado vida a tantos animales, entre ellos: cebras, jirafas, elefantes, llamas, perros, vacas y ciervos, e incluso también ha logrado revivir a personajes de cuentos infantiles como Pinocho. Mediante este oficio, tranquilo y silencioso, Gerardo Astudillo ha logrado muchos sueños que tenía de niño, según su relato: “(...) he podido encontrarme conmigo mismo y he logrado sueños que tenía de cabro. Tengo mi taller de marionetas, vivo con mis abejas, he podido viajar harto y he conocido mucha gente y muchos artesanos con los que tenemos una gran hermandad”. La infancia y adolescencia del artesano no fueron nada fáciles, a los 11 años de edad perdió a sus padres, por lo que no pudo seguir estudiando; desde entonces se ha dedicado a distintas actividades para poder salir adelante: trabajó como ayudante de contador, también en un taller mecánico o como taxista; hasta que llegó a su vida la madera y decidió dedicarse de lleno a la confección de marionetas, todo esto en un espacio de la organización de artesanos Los Graneros del Alba, en el Parque O’Higgins. Hoy puede decir que tiene su propio taller, el cual se le otorgó el año pasado a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) al ser usuario del Programa de Desarrollo Local de San Felipe (Prodesal). Y es que Gerardo Astudillo no sólo vive de la artesanía, sino que también es apicultor, agricultor de autoconsumo (cultiva habas, arvejas y cebollines), además de dedicarse a la crianza de gallinas kolloncas, por lo que todas estas aptitudes le permitieron tener su propio taller. Astudillo cuenta: “Desde cabro que tenía este hobbie. Me gustaba hacer caballos, columpios y camiones de madera, hasta que aparecieron los juguetes de plástico, que eran más novedosos, de lindos colores y mucho más baratos, y se fueron comiendo a la madera. Me fui quedando sin poder hacer mi trabajo, hasta que un amigo que vino de Francia, a mediados de los años 90, vio mi taller y me sugirió que hiciera marionetas. Le hice caso y en eso estoy hasta el día de hoy”. Una de las mejores épocas para el artesano es la llegada de Navidad, aquí sus obras en madera suelen venderse mucho más por la atracción que genera en los niños y niñas que recorren las ferias navideñas. Pero, además, también participa activamente de otras actividades donde puede exponer sus creaciones.